El cubo, el agua y la bolsa |
Si metes la mano en un cubo con agua no sientes nada raro, ¿verdad? Estamos muy acostumbrados a la sensación de tener la mano dentro del agua. Los receptores sensoriales de la piel detectan los cambios mecánicos que tienen lugar en su entorno, y al procesar estos estímulos el cerebro los traduce en información, como la temperatura a la que se encuentra el agua, su textura o la fuerza que ejerce sobre la mano.
ACTIVIDAD 1 Al meter en el agua la mano dentro de la bolsa, puedes sentir perfectamente que el líquido está ejerciendo una presión bastante fuerte contra tu mano (ten en cuenta que la bolsa de plástico la hemos usado únicamente para “engañar” a nuestros receptores sensoriales para así poder sentir mejor la magnitud de la presión).
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